La escalada de la guerra energética de Rusia ha llevado a advertencias de que los precios de la gasolina podrían duplicarse, dejando al Reino Unido compitiendo con Europa en un intento por evitar el racionamiento.
La favorita para convertirse en la próxima primera ministra, Liz Truss, ha descartado el racionamiento este invierno.
Pero su excolega del gabinete Michael Gove le ha pedido que reconsidere la idea, diciendo que podría ayudar a proteger el uso doméstico de energía.