Al parecer, Donald Trump dijo a sus colaboradores más cercanos que sentía la necesidad de preservar los documentos relacionados con la investigación sobre la colusión rusa por temor a que el gobierno de Joe Biden los “triturara”.
Los documentos formaban parte de la investigación federal sobre la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 para sembrar la discordia en EE.UU. e impulsar las posibilidades de Trump de ganar a su oponente demócrata Hillary Clinton.
Un memorando desclasificado por el Departamento de Justicia de EE.UU. en agosto afirmaba que el expresidente no fue procesado a raíz de la investigación sobre Rusia porque sus acciones no suponían una obstrucción a la justicia.
Durante sus últimos días en la Casa Blanca, Trump y su equipo presionaron para que se desclasificaran los documentos, temiendo que los papeles sacaran a la luz un complot contra él,
Según personas conocedoras de la situación, al expresidente le “preocupaba” que la administración de Biden, a la que llamó el “estado profundo”, “triturara”, enterrara o destruyera “las pruebas” que pudieran demostrar que el líder republicano fue “agraviado”.
La información llega un mes después de que el FBI se incautara de un conjunto de documentos clasificados, que incluían secretos nucleares de una nación extranjera no identificada, en el complejo turístico y residencia del 45º presidente en Mar-a-Lago, en Florida.
Aunque se desconoce en gran medida el contenido de los documentos, Trump había afirmado que creía que los agentes federales allanaron su casa para encontrar material relacionado con el “engaño de Rusia”.
“Creo que pensaron que era algo relacionado con el engaño de Rusia, Rusia, Rusia”, expresó Trump a principios de este mes. “Tenían miedo de que las cosas estuvieran allí: parte de su material de estafa”.
John Ratcliffe, exdirector de la inteligencia nacional, que había desclasificado información sobre cómo EE.UU. había obtenido información sobre el “análisis de inteligencia” de Moscú sobre la campaña de la señora Clinton, dijo que “no le sorprendería” si había registros relacionados con Rusia en la casa de Trump.
El antiguo jefe de gabinete del Pentágono, Kash Patel, afirmó que Trump le había pedido “ayuda para recuperar y publicar” el “material del Rusiagate” que el abogado de la Casa Blanca había enviado a los Archivos Nacionales durante los últimos días de su administración.